En el tiempo que las fechas especiales, como las rebajas, el cumpleaños de un amigo, un santo, un aniversario... se aproximan y el número de ofrendas que solemos adquirir se disparan, es fácil que nos encontremos sitiados en un ocasión determinado.
Para rehuir que esto acontezca lo que tenemos hacer es observar la identidad del recibidor de nuestro regalo. Este modus operandi garantizará nuestro triunfo. Por esta razón este post llevará a cabo una propuesta para regalar a individuos que amen probar el riesgo.
En primer lugar, sugerimos un vuelo en zepelín. No es obligatorio viajar demasiado lejos para alquilar un vuelo: las principales urbes de nuestro país posibilitan prestaciones semejante en cuanto a paseos en globo. Apenas tienes que escoger cuál es tu paisaje preferido para verlo a más de mil metros de distancia. Toda estación del año es agradable para vivir esta vivencia, aunque las preferibles oportunidades para contratarlo son el alba y el anochecer.
Además hay la alternativa de alquilar un vuelo en helicóptero: desde cinco minutos hasta media hora, en función el precio que estemos preparados a dar. Disponen de la gran ventaja de que se pueden alquilar para varias personas.
Para los más valientes ofrecemos que hay bautismos en el aire, a precios asequibles en autogiro y ultraligero: a partir de quince minutos en adelante tendrás la posibilidad de segregar endorfinas que reduzcan tu agobio.
Para acabar siempre nos quedará la opción de aventurarnos a saltar desde un avión con un paracaídas. Lo que tenemos la opción de contratar es una caída en tándem (con un experto). Únicamente tendrás la responsabilidad de emocionarte con el salto. La caída es desde cuatro mil metros de altitud y el paracaídas no se abre hasta que estás a 1500: desde esta altitud te deslizarás por el aire hasta aterrizar.
Buena suerte, ¡y a surcar los cielos!
